Seguiré aquí...

Cuánto quise dejar de morderme la lengua, y soltar las palabras que desde hace mucho yacen guardadas en mi boca, en mi corazón, en mi alma. pero ahora ya es tarde y se secan, mustias por el paso del tiempo, el que sentenció mi propia derrota, mi autoflagelación, mi pérdida... Sí, perdí otra vez, por miedo, por temor, por dolor. Te perdí y hoy lo comprendo más que nunca, cuando tus palabras de amor ya no son destinadas a mi, ni tus pensamientos me pertenecen... Sólo seguiré aquí, como siempre lo he estado, esperando la resignación esquiva que se lleve este amargo sabor que mi boca retiene. Y seguiré aquí, queriéndote como siempre lo he hecho, o más aún...