miércoles, 12 de agosto de 2009

Lecciones...


"Mucho costó dejar de morderme la lengua y permitir salir esas palabras que tanto temía soltar... Mucho dolía recordar el pasado, saborear el salado sabor de las lágrimas perdidas... Mucho más sacrifiqué en sentimientos reprimidos, que en besos perdidos al mejor postor... Porque fueron muchas las veces que me obligué a tragarme lo que sentía, por miedo a sufrir...


Pocas veces he podido reconocer que no soy tan dura como suelo aparentar... Pocas cosas hacen que me desarme más, que ver a quien quiero, sufrir por mi culpa... Pocas palabras pueden herirme más, que el silencio prolongado de quien espero diga que me quiere... Porque pocas veces he sentido lo que hoy siento y duele verme reflejada en la piedra fría en la que me doy cuenta, que se han convertido tus ojos por mi falta de entrega..."


Eso de que la vida da muchas vueltas, es una frase que últimamente se me ha restregado en la cara... Nunca se me ha dado muy bien lo de ser elocuente en cuanto a sentimientos se refiere, pero poco a poco he aprendido que, si bien los gestos valen mucho, también son necesarias las palabras...


Ya no necesito esa coraza de frialdad que antes solía utilizar para esconderme, me he reconciliado con mis propias ganas de sentir y de entregar amor; ya no me asustan los finales infelices, aunque intento evitarlos... Tal vez sigo siendo la que prefiere regalar una mirada que diga "Te Quiero", antes que decirlo, pero estoy intentando conectar mis sentimientos con mi boca, para no tener que recurrir a las miraditas y el silencio, esperando que se de por entendido lo que intento decir...


Todo ésto viene porque, debo reconocer, que me gusta escuchar esas palabritas que dejan de ser sólo eso: "palabritas", cuando adquieren un significado tan especial... Un "Te Quiero" puede ser muy sanador, sobre todo, cuando aprendes que la importancia radica en cuánto te afecta escucharlo... Confianza: esa es la clave... Y no se trata de una mano salvadora que te sostiene mientras caes al vacío, sino de la clase de confianza que sientes ante la oportunidad de entregar y recibir de igual forma, aún cuando el solo hecho de dar te satisfaga... Sobre todo, cuando es amor lo que se está transando...

2 comentarios:

Blogger PETU! ha dicho...

Te leí y me refleje... Estamos pasando lo mismo creo...

12 de agosto de 2009, 14:56  
Blogger Risa y Llanto... ha dicho...

Tal vez son etapas... El miedo congela, paraliza y daña... Creo que todo es parte del "crecer", aprender a perdonar y a perdonarse, asumir y continuar...
Gracias por tus palabras...

16 de agosto de 2009, 0:30  

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