Pasaje a la irrealidad...

Ya he dicho antes que soy algo extraña, que no pretendo ser entendida, porque ni siquiera yo lo hago, es por eso que tampoco las palabras sirven para explicar mi forma de ser, ni menos ciertas actitudes que suelen desconcertar a los que me rodean.

Muchas veces me invade un mutismo necio, me encierro en mis propios pensamientos, alejándome sin conciencia del lugar físico en el que me encuentro. Emprendo viajes a lugares muy lejanos, en un segundo, me traslado junto con mis añoranzas, mis sueños, haciendo uso de mi egoísta libertad... Puedo estar en medio de una multitud, con la mirada perdida, desconectada de la realidad, sin sentir el suelo bajo mis pies.

Mi ánimo puede variar también, luciendo la más radiante sonrisa al opaco contraste de una sombra que empaña sin razón mis ojos, convirtiéndose en una seria e impenetrable barrera. Puedo ser muy sociable, casi explotando de alegría, con una palabra que alegre a quien quiera oírme, pero sin planearlo, me convierto en un instante en alguien solitario e inaccesible, sin soltar una palabra...

Sé que nadie podría comprender el remolino de emociones que diariamente recorren mis venas, dentro de lo que parece ser un caleidoscopio sin sentido al cual fiarse...

Si me ves ausente, sin atender la realidad que me rodea, sólo guarda silencio a mi lado... sin preguntas, sin despertarme de los sueños que realizo aún con los ojos abiertos...

Si intento escapar de la realidad, no me traigas de vuelta abruptamente... Yo sola encontraré el camino de regreso... Y también traeré un nuevo pasaje hacia algún lugar desconocido y abstracto...