martes, 13 de octubre de 2009

Perdonar...

Dicen que el perdón es un bálsamo para el alma... Pero, en este momento, mi alma está tan enredada, que no creo exista bálsamo capaz de desatarla. El perdón es gratificante, cuando es uno quien lo recibe... Pero qué sucede cuando eres tú el que debes, supuestamente, "entender" a quien te hizo daño?... Cómo se logra reconciliar y reunir la desilusión, con la "grandeza" de perdonar?.

En este momento, me es imposible actuar, ni pensar con racionalidad, como siempre solía hacerlo. Tengo el "corazón" tan adolorido que, por ahora, sólo me concentro en reunir las fuerzas para que siga latiendo, sin siquiera pensar para intentar obtener respuestas, ni menos buscar razones... Supongo, que eso quedará para después, cuando sea capaz de analizar las cosas, sin sentir que me falta el aire con cada trozo de recuerdo, con cada imagen que se viene a mi mente.

Perdonar?... Creo que, primero, debo perdonarme a mi misma y dejar de sentirme como una tonta ilusa... Tal vez, ese sea el primer paso...